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¿Resolverá la FFS mis problemas emocionales? La verdad sobre la cirugía de afirmación de género

La cirugía facial de afirmación de género (FGAS) puede ser una experiencia transformadora. Para muchas mujeres trans y personas de género diverso, no se trata solo de rasgos o estructuras óseas, sino de reflejar lo que siempre han sabido que son. Se trata de seguridad. De paz. De confianza. Pero por muy significativos que sean estos cambios, es importante recordar: la FGAS no es la solución definitiva.

La solución eres tú.

Esto no pretende restar valor a lo transformador que puede ser operarse. Al contrario, la FGAS es una herramienta poderosa. Puede apoyar tu bienestar emocional al reducir la disforia de género y ayudarte a sentirte más en casa en tu propio cuerpo. Pero es solo una pieza del rompecabezas.

La FGAS como herramienta, no como cura

La FGAS suele traer un gran alivio. Puedes sentirte más alineada, más visible, más comprendida por el mundo. Para algunas personas, ese cambio externo disipa años de disforia en pocas semanas.

Pero si entras al quirófano esperando que te lo solucione todo –tu autoestima, tus relaciones, tu propósito vital– puede que después te sientas perdida. La verdad es que la cirugía no puede sanar las heridas internas por sí sola. De hecho, si no cuidas también tu mundo interior, es fácil caer en un ciclo de querer más y más cambios, esperando que el próximo sea el definitivo.

A veces, esa obsesión con “lo siguiente” es señal de que algo dentro aún duele y de que necesitas atenderlo de otra manera, no solo con cirugías.

Cuando la cirugía se convierte en obsesión

Es humano pensar: “Si arreglo esto, por fin estaré bien”. Y sí, está bien querer sentirse mejor, más femenina o más guapa. Está bien querer ser reconocida y tratada con el género correcto. Importa.

Pero cuando ponemos toda la esperanza en un cambio externo, corremos el riesgo de olvidar la importancia de sanar emocionalmente. Nos centramos tanto en el espejo que dejamos de mirar al corazón. Cirugía tras cirugía, buscando una meta que nunca llega del todo, porque el valor propio no se puede esculpir.

Puedes empezar a pensar que necesitas otro procedimiento. Y luego otro. Pero quizás lo que necesitas es tiempo, descanso o un respiro para decir: “Soy suficiente. Aquí y ahora. Tal como soy”.

¿Qué significa ser tu propia solución?

Significa estar presente para ti misma, incluso cuando todo se siente caótico. Significa tomarte el tiempo para explorar tus pensamientos, emociones y necesidades más allá del aspecto físico. Significa darte permiso para sanar a tu ritmo y no compararte con nadie.

La FGAS puede ayudarte a abrir el camino, pero tú eres quien lo recorre. Tú aportas el coraje, la resiliencia, las ganas de vivir una vida auténtica.

Y eso es algo de lo que puedes sentirte orgullosa.

Técnicas para cuidar tu interior

1. Chequeos diarios

Cada mañana o noche, pregúntate:

  • ¿Qué necesito en este momento?
  • ¿Qué emoción siento realmente?

¿Cómo puedo ser amable conmigo hoy?

2. Escribe tus propias afirmaciones

Que salgan de tu verdad, no de la perfección. Por ejemplo:

  • “Merezco paz, incluso cuando no me siento perfecta.”
  • “Mi valor no depende de la opinión de los demás.”
  • “Estoy creciendo, y eso es suficiente por hoy.”

3. Habla con alguien de confianza

Una terapeuta, una amiga cercana o un grupo de apoyo pueden ser un gran ancla. No tienes que hacer este camino sola.

4. Sé curiosa, no crítica

Cuando pienses: “Necesito otra cirugía”, detente. Pregúntate:

  • ¿De dónde viene este pensamiento?
  • ¿Qué estoy sintiendo en realidad?
  • ¿Ya lo deseaba antes o es nuevo tras otras cirugías?

A veces solo estamos tratando de protegernos del dolor, y eso está bien. Pero puede haber otras formas de calmar ese dolor.

Sanar es un trabajo interior (con algo de ayuda externa)

Permítete desear una cirugía. Permítete celebrarla. No tienes que sentirte culpable por tener disforia. Pero recuerda: nadie puede hacer tu trabajo interior por ti. Ningún médico, bisturí o escáner puede alcanzar esas partes de ti que necesitan ser abrazadas, comprendidas y amadas.

Solo tú puedes hacerlo. Y eres totalmente capaz.

Hable con alguien que entienda tu viaje

Dana y Carla, nuestras experimentadas psicólogas, apoyan cada día a los pacientes en sus viajes de revelación hacia la cirugía de afirmación facial de género. Con una profunda comprensión y un enfoque de afirmación de género, crean un espacio seguro y compasivo donde puedes explorar tus emociones, prepararte para la cirugía y sentirte realmente visto.

No tienes que pasar por esto solo: estamos aquí para acompañarte.

Una nota final — de un alma a otra

Sé que no siempre es fácil. El mundo aún está aprendiendo a entender a las personas de género diverso. Pero cada vez que decides aparecer, cada vez que te tratas con amabilidad, cada vez que dices “merece la pena existir así como soy”, estás haciendo espacio para un futuro en el que no tendrás que luchar tanto por ser vista.

Deja que la FGAS te apoye. Que alivie el peso. Pero recuerda: tú eres quien lleva la luz. No estás rota. Estás evolucionando. Y lo estás haciendo muy bien.

Autor

  • Victoria Vera

    Hola, soy Victoria Vera, especialista en redes sociales y creadora de contenidos en Facialteam. Mi viaje dio un giro emocionante cuando tuve la oportunidad de formar parte de Facialteam, ¡una experiencia que me cambió la vida! Desde el primer minuto, el equipo me ha apoyado y animado mucho. Me siento especialmente satisfecha de poder contribuir a la comunidad trans y LGBTQA+ con nuestro trabajo. ¡Espero conoceros pronto! Sigamos en contacto a través de las redes sociales de Facialteam.

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