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Depresión postoperatoria

Uno de los grandes miedos de las pacientes antes de la cirugía es la depresión postoperatoria.

Este miedo está en parte infundado por la información que podemos encontrar en internet de sólo un plumazo cuando buscamos todo lo relacionado con cirugías.

La depresión postoperatoria es un fenómeno que implica un profundo sentimiento de tristeza, apatía, falta de energía, aislamiento, pérdida de apetito, dificultad para el disfrute de las cosas que antes te hacían disfrutar, etc.

Todo esto ocurre después de la cirugía y aparentemente, sin motivo alguno.

Estado emocional antes de una cirugía

Este tipo de sentimientos es más probable que aparezca si, antes de la cirugía, ya presentas alguna dificultad emocional, ansiedad o depresión. El momento postop es un momento vulnerable que puede hacerte sentir que no eres capaz de manejar la situación. 

Tenemos que distinguir entre depresión postoperatoria y un bajón en el estado de ánimos. Lo primero no es tan común que ocurra y lo segundo sí que es bastante común los días inmediatamente posteriores a la cirugía.

Las pacientes suelen sentir un bajón de ánimos sobretodo en dos momentos concretos:

  • uno de ellos es cuando son dadas de alta del hospital y vuelven al hotel,
  • otro momento es cuando vuelven a casa después de los días de recuperación en Marbella. 

¿Como afecta el alta del hospital a mi estado de ánimo?

El primer momento en el que es normal sentir un bajón de estado de ánimo, cuando se produce el alta del hospital, la paciente suele estar bastante cansada físicamente, aún inflamada, quizás aún no ha podido comer todo lo que su cuerpo necesita…

Se unen una serie de factores más bien físicos que hacen que esa sensación de bajón esté más bien relacionada con algo físico. Esta sensación suele ir disipándose al cabo de uno a tres días cuando ya te encuentras mejor y se van recuperando las fuerzas. 

¿Por qué me desanimo al volver a casa?

El segundo de los momentos en los que la paciente es más vulnerable para sufrir esa bajada de ánimos, que no es depresión, es en el momento de la vuelta a casa. Cuando volvemos a casa ya es una señal de que todo este proceso ha terminado, que por fin hemos conseguido hacer la cirugía y que ya solo queda tener paciencia y recuperarse.

En este momento puede aparecer un vacío en la vida de la paciente, debido a que los últimos meses ha estado centrada en la cirugía, su organización, imaginando cómo sería todo…

Ahora ya no hay que preocuparse de esas cosas y queda un vacío que, si no se tienen actividades previamente programadas, es fácil llenar con pensamientos negativos y obsesión por buscar los resultados finales de la cirugía en un momento en el que aún no pueden verse.

Consejos para planificar tu postoperatorio

Desde Facialteam podemos aconsejarte que, previamente a realizar la cirugía, planees con ilusión algo en lo que centrarte cuando termines con este objetivo. Por ejemplo qué vas a hacer en tu día a día, alguna actividad nueva en tu tiempo libre, pequeños viajes, comenzar un proyecto ilusionante en el trabajo…

Es muy aconsejable que ocupes tu tiempo en cosas que te gusten y te hagan sentir bien. 

Algo que te puede ayudar es que, desde un mes antes de la cirugía, vayas escribiendo en trocitos de papel todas aquellas actividades que te hagan sentir bien, ya sea ir al cine, tomar café con amigos, leer, escuchar una canción concreta… y que vayas guardando esos papelitos en un bote al que puedes denominar “vitaminas emocionales”. Si algún día, tras la vuelta a casa de la operación, no te encuentras ni con ánimo de pensar qué hacer, simplemente coge un papelito al azar y déjate sorprender por tus propias ideas.

Lilia Koss, Directora de Relaciones con los Pacientes, presentadora de Lilia's Livestreams
Sobre el autor

¡Hola, mundo! ¡Me llamo Lilia Koss! Con formación en humanidades y diversas experiencias profesionales, acumulo ya 11 años trabajando en el campo de la sanidad trans. Involucrada desde el principio, cuando la idea de negocio era sólo una semilla dentro de una clínica, hasta que poco a poco se fue transformando en el eje principal de nuestra actividad. Como cualquier startup, he metido las manos en muchos cacharros: desde flujos de trabajo, customer journeys, redes sociales, relaciones públicas, atención al cliente, ventas y coordinación, contenidos, web... Ahora la vida está más definida. Últimamente, centro mis energías en las Relaciones Públicas, los Medios Sociales y la redacción de contenidos de calidad para nuestro objetivo durante mi día a día. Además, la organización de eventos anuales de orientación educativa en todo el mundo destinados a aumentar la visibilidad de la atención sanitaria que afirma el género. La vida es bastante completa.